Los sistemas de clasificación de suelos se basan en propiedades ingenieriles comunes, tales como la plasticidad, para hacer su propuesta. La determinación de dichas propiedades generalmente se lleva a cabo a través de pruebas de laboratorio en las que son determinantes algunos factores sobre los resultados obtenidos pero que pueden ser controlados para obtener un producto confiable.
El contenido de agua con que se produce el cambio entre estados de consistencia varía de un suelo a otro, por esta razón, resulta fundamental para la mecánica de suelos conocer el rango de humedades para el cual el suelo presenta un comportamiento plástico.
El índice de plasticidad es una característica especialmente útil del suelo. Un valor de magnitud elevado indica un exceso de coloides en el suelo. El índice de plasticidad también da una buena indicación de la compresibilidad del mismo.